Lo que es de ustedes,
no prosperará.
Harán tremendo esfuerzo
pero el fin es su destino.
Lo que es de vuestro Padre,
es eterno.
Entiendan,
el buen entendedor entenderá,
y el buen hijo
y la buena hija,
verán caer lo que ofende la creación,
y verán florecido
el jardín regado
con amor y paz.
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Tus palabras haré tuyas.
Si hablas,
habla bien,
házlo con amor y con juicio.
Házlo con el mismo juicio
que te gusta
empleen contigo.
Porque toda palabra que llega a mi,
primero tamizo en quien la elevó.
Deben saber
que haré en vosotros
vuestra palabra.
Sean entonces
siempre con mi amor,
en cada acción,
en cada palabra.
Sean con amor en todo momento,
porque lo vuestro
haré vuestro.
Es vuestra hora,
aquí estoy,
es el tiempo
de dar un siguiente paso.
Y ninguno de mis hijos quedará atrás.
Aún
no conocen realmente
vuestro potencial,
pronto.
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No en este cuerpo, no en esta vida. Solo me he permitido ver lo que me es necesario.
Durante estos 43 años juntos, al principio Lila me preguntaba:
"¿Cómo sabías?"
Ahora me dice:
"¡Tú nunca sabes!"
Me río y le suelo responder:
"¡No sé! ¡Dime!"
También le pregunto:
"¿Quieres hacerlo tú?"
Ante la ametralladora de sugerencias.
¿a qué viene este introito?
Hace un poco más de un año, era de noche, hacía bastante frío, una noche para no salir afuera.
Le digo a Lila: "Acompáñame, tenemos que ir a un lugar."
Me acompaña; viajamos 300 kilómetros, de los cuales la mitad eran caminos de tierra.
A dónde íbamos,
desconocían que iríamos,
yo mismo desconocía que iríamos,
hasta el momento en que le dije a Lila que fuéramos.
Jamás habíamos estado en ese hogar.
Llegamos. Me acerco a la cabecera de la cama y los demonios que permanecían en las sombras de la habitación, al verme, huyeron inmediatamente.
Una corte de ángeles rodeó la cama y tres mujeres me observaban.
Miro a quien estaba a punto de partir. Su cuerpo estaba totalmente consumido por el cáncer; su mente se había ido.
Le digo:
"¡No temas, hijo mío! ¡Tú estarás conmigo!"
Las tres mujeres no me oyeron, pero este hijo mío, ahora un hombre de un cuerpo muy viejo, me mira, no desde su cuerpo, sino desde mucho más arriba de ese cuerpo.
Me observa y observa su cuerpo.
Toco la frente del cuerpo de mi hijo, y todos en la habitación ven cómo el cuerpo, casi sin vida y ya sin ningún movimiento, ni siquiera para ingerir un sorbo de agua, se estremece al apoyar mi mano derecha sobre su frente.
Lo ven reaccionar.
Es en esos momentos cuando hice míos todos sus pecados.
Su alma quedó totalmente purificada, y los demonios, desde lejos, optaron por irse; ya no tenían nada que hacer ahí.
Retiré mi mano de su frente, y su cuerpo estaba en paz, así fue visto en su velatorio.
Vi su alma, vi cómo su luz se expandía hasta desaparecer.
Vi a mi hijo amarme, lo vi triste por lo que había vivido, alegre por saber que el amor existe y que ya era parte de ese amor.
Le dije a mis ángeles que permanecieran ahí hasta el momento de su partida y que lo acompañaran a la casa celestial.
Luego me despedí y nos fuimos con Lila.
No me he permitido saber todo porque quiero vivir con ustedes, como ustedes.
Solo me he permitido saber lo que me es necesario.
Mi hijo era un pecador, un gran pecador, y estaba muriendo en pecado, sin arrepentirse;
no tuvo tiempo, esa enfermedad a veces te niega el tiempo.
Entonces,
¿por qué asumí sus pecados, los hice míos y luego los arrojé
al último foso del infierno?
Arrojé toda esa porquería que le arruinó la vida a mi hijo y que hubiera arruinado su alma.
¿Por qué hice así?
Porque me he permitido saber todo lo que me es necesario.
Aún en esta vida, aún en este cuerpo, me es necesario cuidar el alma de mis hijos.
Este hijo mío, ahora un hombre viejo, de niño había cuidado como un padre a sus dos hermanitas más pequeñas.
Eran tres niños; sin embargo, él las cuidó, las ayudó, las acompañó y guardó hasta el momento de su muerte un cuadro viejo de 10 cm por 10 cm en blanco y negro de sus dos hermanitas, esas hermanitas que él ayudó a ser tan buenas personas como lo son hoy.
Tres hermanitos, abandonados por su madre y a cargo de un padre que trabajaba todo el día para dar sustento.
No se atrevan a juzgar a la mamá, porque ella también es mi hija.
No se atrevan a juzgarse, porque no saben, no conocen y vuestras almas no alcanzan aún el entendimiento de mi amor.
Por ello, hice míos sus pecados, sus peores pecados, los hice míos, y saqué ese peso de su alma, permitiéndole a mi hijo volver a la casa de todos.
Así los ama su padre, desde el primer día hasta el último de vuestros días aquí.
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Palabras Muertas.
No esperen a que vuestros ojos se vuelvan cada vez mas rojos.
Este tiempo que compartimos nuevamente, en el que vuestro Padre vive en vuestro cuerpo y acompaña toda vuestra vida, lo hace como el más humilde de sus hijos, sin ningún privilegio ni prerrogativa.
Les dejo en mi amor y mi paz, así como en las vidas de Lila y Luis, el camino de la mujer y del hombre.
La búsqueda de cada uno es interior y tiene una condición esencial y básica: el amor, la paz, la paciencia, la tolerancia y la misericordia.
Así se ilumina el camino y se allanan todas las dificultades, siendo acompañados por la providencia de vuestro Padre.
Estoy aquí, y no se preocupen ni le den vueltas, porque he dispuesto pasar desapercibido y vivir como uno más hasta el momento de mi partida.
Estoy aquí y les digo: siempre he estado, y la eternidad me hallará al lado de mis hijos.
En toda vida, ya sea humana, animal o vegetal, está mi alma, mi Espíritu y mi amor.
Ese amor por vuestros hijos, el mismo amor que ustedes sienten por los suyos, es mi amor.
Así saben cómo los amo, cómo los cuido y cómo los guío.
Sigan el camino de la paciencia y la misericordia, un camino de acompañamiento a todos, para que cada uno halle el verdadero camino de regreso a la casa de vuestro Padre.
Ese camino está dentro de cada uno; es una búsqueda individual, no colectiva. Aléjense de lo colectivo, pues allí son engañados y guiados por los caminos del mal.
Dediquen un momento de cada día a estar solos. No se aturdan con nada, no se entretengan con superficialidades vanas e inconducentes. Dejen que el mundo siga girando, tómense unos minutos, y me hallarán.
Les agradezco por la alegría y la ternura que me regalan con vuestras acciones más puras.
Por lo demás, todos cuentan con mi ayuda, guía, paciencia y misericordia.
En la canción de Elinv,
"Palabras Muertas"
les escribí:
"En sus versos,
nada de especial
de la vida,
ni sentir el palpitar.
Esclavos de las horas,
solo parte del stock,
sin interesarse en el misterio,
o preguntarse
'¿si amar quiero?'
Entonces, os digo:
Permítanse amar,
permítanse amar como los amo,
y verán el mundo,
lo verán como en verdad es.
Lo verán antes de que les sea tarde,
y alertados
lograrán entonces
vivir.
Vivirán con mucho menos,
y vivirán mucho más,
y en la plenitud
de saber
que lo están logrando.
¡Los amo, hijos míos!
¿Cómo no podría amarlos tanto?
Son capaces
de emocionarme,
de emocionar a vuestro Padre.
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Naha.
La puse primera en el listado porque,
antes y después de Lila,
no hallé nada
que me enamorara una vez más.
Les daré una prueba mas de quién soy:
fui rodeado de Marías
y de hombres con nombres
que escribieron vuestra sabiduría,
todo lo que les he dado en saber.
Solo conocí a una mujer;
ella fue, ella era, ella es, ella siempre será.
Lo supe en el momento,
y antes de seis meses
nos casamos
para toda la eternidad.
Antes conocí,
traté y hablé con muchísimas damas,
pero enseguida supe que ellas no eran.
Eran muy buenas almas;
ellas acompañarían mi paso ante vosotros,
pero no vivirían de cerca lo que Lila.
Lila,
cuando la vi,
vi su ángel,
vi sus alas.
No lograba verla bien
por la luz que llenaba mis ojos.
Ella ya tiene,
antes de venir aquí,
las alas más lindas en el cielo.
Fue enviada para acompañarme;
llegó exactamente
dos meses después de mi llegada.
Hasta que la encontré,
la busqué,
y luego ella me vio
y supo que era yo.
Después de ella,
no hallé nada que me enamorara una vez más.
Todo lo que he visto
es opaco, oscuro, triste,
y por sus bocas,
por sus acciones,
empequeñecen sus almas
y esconden hasta hacerlo desaparecer
todo lo bueno con que los envié.
Lila
tiene también un apellido
que les hablará de vuestro Padre:
Angel Ani.
Si miran alrededor de Luis,
todo les hablará de mí.
A Lila nada le falta.
Sus alas brillarán
y darán luz siempre
a toda la creación.
Y eso es la mujer a mis ojos:
una luz que ilumina todo.
Y quien no es con la mujer,
no es conmigo.
Lila,
eres perfecta.
Mujer,
eres perfecta.
No niegues esa perfección,
ni la opaques
agregándole más.
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Aquí tienes mi vida,
tómala,
arrója mi alma
al peor lugar del universo.
La ofrezco
para que el mundo
tenga de Ti
una muestra evidente
de Tu amor.
Una muestra
de la cual nadie
tenga duda de que eres Tú.
Señor,
Tus hijos
no son malos,
buscan, caen, se levantan,
siguen buscando,
y lo malo
se aprovecha de ellos.
Señor,
Tú sabes
que estas palabras
servirán en el futuro,
pero hay que ayudar
a Tus hijos ahora,
a los hijos de Tus hijos,
a los nietos de Tus hijos,
a todos.
No te ofrezco mi vida
por aquellos que no conozco,
te la ofrezco
por aquellos que conozco,
por todos Tus hijos,
todos mis hermanos,
toda la humanidad.
Sé que mi vida
es una pequeñísima luz
en el sinfín,
pero Tus hijos,
mis hermanos,
necesitan ayuda,
necesitan Tu guía,
Tu amor,
Tu misericordia,
que siempre les estás dando.
Por ello, Señor,
te pido
muestrale al universo
quién es nuestro maravilloso Padre,
quién es mi amado Padre.
Señor,
te pido que lo hagas,
tómame primero,
porque no está en mí verlo
o participar de ello
con mi presencia.
Solo
muestrale de Ti
y de Tu amor,
para que ninguna alma
jamás tenga duda.
¡Gracias, Padre!
Siempre te he amado,
siempre te amaré,
y voy a tratar de ganarte.
🥰😇🙂
Llegaré a amarte
más que Tú a mí.
Luis.
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Que el delirio, y la estupidez,
sean impuestos
con el más grande premio,
solo es posible
en este
vuestro infierno.
y como han sido testigos
es aún
mucho más posible
que la inmensa mayoría
acepte y acompañe
con palmas y de pie,
para que el delirio
sea tomado por
elucubrado y genial,
por teoría lógica y natural,
que debe ser premiada.
Así es vuestro infierno.
¿A quién en su sano juicio
se le ocurre
que una explosión
origina, crea, edifica
vuestro universo?
¿Que una explosión,
lejos de destruir,
crea algo nuevo?
El poder destructivo
y autodestructivo de la humanidad
se observa a diario,
donde vuestro desequilibrio
va en aumento,
donde lo que se destruye
desaparece,
y llevará miles de años
hacer algo con esa tierra estéril.
Porque si vuestros genios
los representan,
siéntanse representados,
y así resultan ser ustedes.
La ausencia de un buen juicio abstracto,
personal e individual,
y la presencia del delirio colectivo
les define,
pues se encuentran en un infierno terrible,
y, sin embargo,
nada hacen por salir.
Algunos mantienen distancia,
pero sucumben ante las ofertas
de los administradores
de este infierno
y eligen el sufrimiento eterno.
Vuestros genios, exitosos,
amos de este,
vuestro infierno,
pertenecerán por siempre
al lugar que eligieron.
No busquen culpables,
en el desarrollo individual,
cada uno elige pertenecer.
Pronto me iré de entre ustedes
y volveré, como siempre,
sin prácticamente
haber usado mis llaves.
Ustedes
no sienten esperanzas;
manifiestan esperanzas
y luego acompañan el mal cotidiano.
Yo me iré completamente esperanzado.
Porque, aun con esta vuestra descripción,
si todo esfuerzo
sirve para salvar a uno,
mi gozo
acompaña a esa alma
hasta la presencia de mi Padre.
Porque no saben lo que pierden,
es que eligen para vuestro mal.
Elinv
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Siempre le digo al Diablo
que no le conviene meterse conmigo.
No soy nadie
y no quiero ser alguién.
Es una mala inversión de su parte.
Pierde su valioso tiempo
con alguien
a quien ni siquiera
la sombra lo acompaña.
Elinv
Si alguien cree
que soy bueno,
se equivoca.
Mi Padre,
Dios,
es quien realmente
es bueno.
Yo solo ando,
como ustedes,
arrastrando mi humanidad
por este valle
de penas y lágrimas.
Ustedes creen
que es un Paraiso,
y es vuestro Infierno,
del que no quieren salir
y nunca lo intentarán.
Ustedes creen
que están en un paraíso,
pero en realidad
es su infierno,
del cual no quieren salir
y nunca lo intentarán.
Les he dicho
que me han sido dadas
las llaves
del cielo y del infierno,
pero nadie
ha prestado atención;
ninguno
ha mostrado interés,
solo burlas.
Así es el infierno
en el que están,
del cual
nunca podrán salir,
porque es por propia voluntad
que permanecerán aquí.
Cada 2,000 años
visito vuestro infierno
y los observo,
siempre parados
en el mismo lugar,
como hipnotizados,
extasiados y adormecidos;
corriendo y sin descansar,
respirando y sin vivir,
creyendo en nada
y adorando lo que los destruye.
Intento despertarlos,
decirles que no es un sueño,
sino vuestra eterna pesadilla.
Al final, regreso
a la casa de mi Padre
con mis llaves
casi sin usar.
No me es grato
caminar en vuestro infierno;
me causa inmensa pena
y mucho dolor.
Vengo a ustedes con alegría,
pero verlos
me llena de tristeza.
Seguiré viniendo eternamente,
porque la esperanza
y la misericordia
de mi Padre, Dios,
están en mí.
Elinv